domingo, 23 de agosto de 2009

Arzila

Agosto de 2009.

Arzila, 31 anos depois do primeiro Festival Cultural de tão gratas memórias.
Arzila foi sempre como que o centro de um certo mundo.
Ali coincidimos, por maior ou menor período de tempo e convívio, com Paolo Taviani, Alberto Moravia, Leopold Shenghor e outros mais em felizes e infindáveis noites de Ramadão em que se começava a cear às duas da madrugada, depois de um espectáculo ou da apresentação de um filme e da consequente discussão.
Alberto Moravia deitava-se cedo.
Arzila continua a ser o centro geométrico de encontros marcantes porque, em paralelo com o Festival existe uma vida sedimentada pelo tempo e pela fraternidade que nos leva ao reencontro do irmão preto – acho que de sangue – que é Mohammed Omar Khalil ou a novos – e sempre desejados - encontros como é o caso de Diego Moya, Artista Espanhol cuja obra mais recente ali mostrava, integrado na programação dos Encontros.
Apalpou as rugas da pedra e modelou rostos de velhos que, a avaliar pela idade, poderiam ter lutado pela libertação da terra agora defendida da fúria do mar pelas rochas exteriores à velha Muralha.
Generoso, colocou à minha disposição a memória do projecto a que chamou Gigabytes de Piedra e que, por ser também uma escrita da pedra, aqui me atrevo a citar parcialmente.

GIGABYTES DE PIEDRA
Diego Moya
Algo esencial para este trabajo: A través de ciertos aspectos elementales de la naturaleza estamos ante la presencia de los orígenes del universo. Lo que vemos en un cielo estrellado no es la luz del presente, sino de lo que pasó hace millones de años. Los estratos, la apariencia estructural de las rocas, nos hablan también de millones de años, a través de los cuales se fueron formando y manifestando.
Millones de “Gygabytes” de memoria están inscritos en esas sílices, acontecimientos prehistóricos, prehumanos, que se desvelan ante nuestros ojos.

PIEL DE LA TIERRA Y PIEL DE LAS GENTES.
El actual proyecto consiste en crear una relación entre la edad de la tierra y la edad de las gentes: la superficie de las rocas y la piel de personas mayores.
Piel de las gentes que, como “continente” de la vida, ofrece un contrapunto simbólico a las cortezas de la tierra. Poner en relación la piel de algunas personas mayores con las impresiones directas de las rocas: relación con el tiempo y la memoria.
Este proyecto se irá desarrolando en diferentes etapas con la obtención de calcos bi ó tridimensionales de algunos de sus relieves, que se extienden en toda su superficie durante cientos de metros cerca de la ciudad de Asilah. Una piel, una imagen de las huellas del tiempo y de los acontecimientos que las desencadenaron, una pregunta contínua sobre su origen.
Como queda dicho, el núcleo del proyecto se desarrolla en Asilah, Marruecos, donde se encuentran unas rocas de especial belleza y definición, y con las personas mayores de la ciudad, vecinos y conocidos desde hace años.


Aspecto de las rocas de referencia



Aspecto del políptico final


Para ver mais: http://www.diegomoya.org/obras/thumbnails.php?album=25